dilluns, 26 de maig del 2008

Fuente: http://www.wikilearning.com/curso_gratis/estudio_de_la_lengua_japonesa-la_escritura_cuneiforme_y_la_escritura_jeroglifica/3630-14

La escritura cuneiforme y la escritura jeroglífica

El primer sistema organizado de signos del que se tenga constancia, se produjo en Mesopotania, entre el río Tigris y el Éufrates. Los sumerios habitaban esta región y eran un pueblo muy civilizado que vivía en pequeñas localidades alrededor de ciudades como Babilonia. Cronológicamente estamos hablando de un período de años situado entre el 6000 y el 1000 antes de nuestra era.

Las primeras inscripciones de la “escritura” sumeria son dibujos simplificados que representan objetos o seres del mundo real. Incluso se aprecian dibujos que representan ideas en base a la conjunción de varios elementos simples. Los expertos han llegado a enumerar unos 1.500 de estos ideogramas primitivos. Esta escritura se denomina cueniforme, es decir, con forma de cuña.


Ideograma Buey. Se aprecia que se parte de la representación de la cabeza, astada, del buey. El resto de las representaciones son una evolución histórica.El símbolo más a la derecha es ya un sígno de escritura cuneiforme.


Ideograma Mujer. Un triangulo pubiano con la raya de la vulva representa a la mujer.


Ideograma Esclava. Si se añade al triangulo pubiano signos que designaban montañas, se representa a “mujeres extranjeras” procedentes del otro lado de las montañas, es decir, esclavas de sexo femenino.

Estos ideogramas, hacia el año 2900 a.C., experimentaron un cambio en su significado. Dejaron de representar a un único concepto pasando a representar un concepto dependiente del contexto. Por ejemplo, el ideograma que representaba a un pie podía leerse como “andar”, “estar de pie”, “transportar”, etc. Desde el momento en que los signos representan a más de una cosa, su número disminuye. Este número disminuyó a 600 en el caso de los sumerios.

Otro hecho relevante fue la invención del fonetismo. Esto implica que los signos dejen de representar conceptos para representar sonidos de la propia lengua. El paso de una escritura ideográfica a una fonética tuvo como punto intermedio el uso de los jeroglíficos. Los sumerios “jugaron” a representar la fonética de sus palabras con los ideogramas. Del mismo modo que nosotros podríamos representar la palabra “pancarta” con dibujos que representaran los objetos “pan” y “carta”. Se puede apreciar que no hay relación de significado de “pan” y “carta” frente a “pancarta”.

Los acadios llegaron a dominar toda Mesopotamia y en el año 2000 a.C. la única lengua hablada en todo el país era el acadio. Los acadios también adoptaron la escritura cuneiforme para representar su propia lengua. Aquí radica la gran importancia de esta escritura, la posibibilidad de ser adoptada por distintas lenguas. La escritura cuneiforme, con el paso del tiempo, llego a ser usada como sistema de repesentación escrito por el elamita, lengua del país de Elam, actual territorio de Irán. Incluso la poderosa civilización hitita, que tenía ideogramas distintos a los sumerios, supo adaptar la escritura cuneiforme.

La escritura egipcia en contraposición a la escritura cuneiforme, austera, geométrica y abstracta, es fascinante y poética. Está realizada con dibujos que representan la realidad tal y como es: cabezas humanas, pájaros, animales diversos, plantas y flores. Según los antiguos egipcios, es el dios Tot el que habría creado la escritura y luego habría hecho don de ella a los hombres. La palabra “jeroglífico”, que designa los caracteres de la escritura egipcia, significa de hecho “escritura de los dioses” (del griego hieros, “sagrado”, y glupheim, “grabar”). Los primeros documentos que llevan inscripciones jeroglíficas se remontan al tercer milenio a.C., pero parece que la escritura apareció anteriormente. La lengua egipcia no sufrió ninguna transformación importante hasta el año 390 d.C., coincidiendo con la dominación romana. Aunque el número de signos fue aumentando progresivamente de 700 a unos 5.000.

Los egipcios, a diferencia de los sumerios, conciben un sistema gráfico que puede expresarlo todo. El sistema jeroglífico es, desde su origen, una verdadera escritura. En primer lugar porque reproduce casi totalmente la lengua hablada y además porque refleja toda clase de realidades abstractas y concretas.

La originalidad y la complejidad de esta escritura se deben al hecho de que está formada, en líneas generales, por tres tipos de signos:

Ideogramas: dibujos estilizados que representan cosas o seres, con combinaciones de signos para expresar las ideas.
Fonogramas: los mismos dibujos u otros pero que representan sonidos. Estos fonogramas se clasifican en tres categorías según correpondan a una letras, dos letras o tres letras. Respectivamente se denominan monolíteros, bilíteros y trilíteros.
Determinados signos para saber de qué categoría de cosas y seres se trata.

La mayoría de la veces, las líneas de jeroglíficos se leen de derecha a izquierda y el sentido de la lectura está indicado por la orientación de las cabezas de los hombres o del pico.También pueden ir de arriba a abajo y alternativamente, de derecha a izquierda y en la línea siguiente de izquierda a derecha. Esta última escritura se denomina “bus-trofedon”, literalmente: “como el buey que va y viene cuando el labrador le obliga a hacer surcos”.

Para cubrir las necesidades de la vida cotidiana, el sistema jeroglífico va a dar origen a otras dos formas de escritura más rápidas. Los dibujos jeroglíficos exigían mucha paciencia y minuciosidad, eran un arte y no una escritura práctica. Por ese motivo, inventaron una escritura “cursiva” mucho más rápida y útil. Esta escritura cursiva se denominó hierática (del griego hieros, “sagrado”) debido a que se usó en un principio en cículos religiosos. Presentaba los mismos caracteres que la escritura jeroglífica (ideogramas, fonogramas, determinativos) pero generalmente unidos entre sí. La escritura hierática se simplificaría y, hacia el año 650 a.C., da lugar a la denominada escritura demótica o popular. Esta escritura se convertiría en la escritura corriente en Egipto.