dimecres, 30 d’abril del 2008

“El arte rupestre recoge las típicas obsesiones adolescentes: sexo y riesgo ”

MUY INTERSANTE311 | Abril 2007
DALE GUTHRIE PDF Imprimir E-Mail
Paleobiólogo, experto en arte prehistórico

Fuente:
http://www.muyinteresante.es/entrevistas/dale-guthrie-2-2.html

“El arte rupestre recoge las típicas obsesiones adolescentes: sexo y riesgo ”

Investigador de los museos del pasado Dale Guthrie ha estudiado numerosas cuevas no sólo de Europa, donde se conserva la mayoría del arte rupestre, sino también de Australia, América y África. Detrás, pinturas del pueblo San, en las montañas Drakensberg, Sudáfrica.

La prueba manual Guthrie apoya sus teorías en el estudio de huellas prehistóricas de extremidades superiores, como estas de la Cueva de las Manos, en Argentina.
Para asombro de las generaciones actuales, se han preservado cientos de obras de arte paleo lítico en numerosas cuevas del mundo, con notables ejemplos en España y Francia, pero su alcance y significado no aparecen del todo claros para nosotros. Dale Guthrie, paleobiólogo de la Universidad de Fairbanks, Alaska, y autor del libro The Nature of Paleolithic Art, además de escultor y pintor, explica por qué tene mos una imagen sesgada de los humanos de hace 40.000 a 10.000 años, y quiénes fueron realmente los autores de aquellas pinturas.

–¿Cree que no conocemos bien bien el alcance del arte rupestre?
–Se trata de una de las maravillas del mundo y de uno de los grandes legados de nuestros antepasa dos, con presencia abundante en cuevas, pero también al aire libre, y no sólo en Eurasia –donde está la mayoría–, sino también en África y Australia. El signifi cado de las pinturas es uno de los temas más polémicos de la prehis toria; los expertos aún no tienen una explica ción satisfactoria sobre la increíble unidad del conjunto conserva do. Las técnicas varían, pero su homoge neidad estilística y temática es clara, pese a que abarca 30.000 años y un millón de personas de mil ge neraciones, millones de kilómetros cuadrados y cientos de culturas e idiomas. ¿Se debió a la existen cia de una religión dominante o un rito común? ¿Era un arte con un sentido trascendente o mágico, o describía la coti dianeidad? Ahí está la polémica.

Usted dice que el grueso del arte rupestre no fue obra de chamanes ni grandes artistas, sino que son graffitis dibujados por niños.
–Exacto. Mi teoría, a diferencia de lo que afirma la literatura popular, es que las pinturas paleolíticas no tie nen nada que ver con rituales ni con magia, sino que expresan temas más casuales y mundanos. Las más espectaculares, como las de los magníficos bisontes de Alta mira o Lascaux, que son las que suelen aparecer en los libros caros de arte rupestre, fueron obra de artis tas adultos profesionales, pero son muy pocas en compa ración con los cientos de pinturas rudimentarias que parecen hechas por adolescentes de forma apresurada y que no salen en los libros. Si las mira con calma, verá que sus trazos son similares a los de los boce tos de los escolares, lo que permite deducir que la mayoría del arte paleolítico fue hecho por chavales, cuyos garabatos, al contrario de lo que ocurre hoy, no fueron a parar al cubo de la basura. Hoy, para llegar a dibujar bien hay que ensuciar miles de folios. En aquel tiempo, los aprendices tenían que manchar las paredes con los materiales dispo nibles: trozos de carbón, ocre, manga neso y piedras afila das para tallar sobre los muros de caliza blanda, además de huesos y cuernos de animales. Siempre me ha parecido extraño que los niños y sus juguetes no figuren en los registros arqueológicos, cuando componían el grupo humano más grande.

–¿Tiene pruebas de que los artistas rupestres fueran jóvenes?
–Las huellas de manos prehistóricas que se conservan pueden dar una pista. Como el tamaño y forma de las manos cambia en función de los años y el sexo, creé una base de datos con las huellas manua les digitalizadas de 700 perso nas actuales de origen europeo y dieta rica en proteínas –como las del Paleolítico–, y a cada mano le asigné su género y edad. Luego registré 200 huellas manuales que habían quedado impresas en las pare des de 20 cuevas del Pleistoceno. Tras cotejarlas con mi base de datos, comprobé que las había masculinas y femeninas de todas las edades, pero la mayoría correspondían a varones de entre 9 y 17 años. ¿Fueron los dueños de esas manos los auto res de las pinturas? Puede ser una casua lidad, pero el pigmento de ocre de los dibujos contiguos es exactamente del mismo tono que el de las manos. A eso hay que añadir el dato de que casi todas las huellas de los pies halladas sobre el suelo de las cuevas corresponden a niños y jóvenes.

–¿Eso explicaría los temas recurrentes de la pintura rupestre: riesgo y sexo?
–¿Cuáles serían las preocupaciones de un quinceañero que en pocos años debería enfrentarse a un gran león o clavar su lanza en el costa do de un bisonte furioso? Todos los adolescentes en la historia de la evolución han sentido la atracción del peligro al vislumbrar una vida emocionante por delante: gloria, orgullo, miedo, fiestas, conquistas femeninas... En aquellos tiempos, el gran entretenimiento sería fanta sear con chicas y cacerías imposibles. También en el Paleolítico había mariposas, bebés, flores, pequeños mamíferos, bata llas, escudos... pero nada de eso aparece en las pinturas. Si estas representan lo que pasa ba por la mente de sus autores, está claro, reflejan las obsesiones juveniles: riesgo y sexo. Las imáge nes masculinas fueron trazadas con líneas rudimentarias, mientras que las mujeres se presentan siempre con énfa sis erótico: desnudas, voluminosas, con pechos y curvas exagera das y los órganos sexuales bien destacados.


Las mujeres aparecen representadas con gran énfasis erótico: tienen curvas, pechos grandes y genitales marcados”


–¿Y del arte creado por las mujeres, no ha quedado nada?
–Dada la variedad de medios que tenían a su disposición –tejidos, pieles de anima les, tatuajes, bailes, joyas, ropa, peinados, canciones–, el arte femenino debió ser maravilloso. Por desgracia los mate riales se han desintegrado. De ello podemos deducir que el arte que nos ha llegado ofrece una visión incompleta y sesgada de la vida paleolítica.

–¿Entonces no deberíamos pensar en aquellos humanos como hombres de las cavernas?
–No, no eran “cavernícolas”. Hay muy poca evidencia de que viviesen en las cuevas. Pintaban en ellas, pero también lo hacían al aire libre. De hecho, las temían, pues eran guaridas de depre dadores, así que entrar en ellas era un gesto de valor o una forma de hacerse el valiente propia de los adolescentes de todos los tiempos y lugares. Muchas imágenes representan escenas de caza: animales atravesa dos por flechas sangrando por la boca y la nariz, o de cazadores con sus lanzas en situaciones peligrosas. Pero junto a ellas, hay muchas otras de pura observación del comportamiento animal: bisontes y otras especies comiendo, cortejando, copulando, peleando, mudando de piel. Son documentales paleolíticos de su cotidianeidad y de vida salvaje.

–¿O sea, que contemplar a los animales era uno de sus pasatiempos favoritos?
–No había estrellas de cine, ni futbolistas, ni músicos, así que el entretenimiento lo proporcio naban o bien los hombres sometién dose a desafíos físicos gigantescos o bien los animales salvajes que los rodeaban. Algunos eran aterradores, pero los cazadores apreciaban su belleza, y el acto cinegético no se limitaba a atravesarles el corazón con un palo. Había que escoger la vestimenta apropiada y cumplir una serie de rituales después de matarlo en los que participaba todo el mundo.

–¿Qué opinan sus críticos y sus colegas en general de sus teorías?
–Predomina la corriente del arte rupestre como un acto simbólico ejecutado por chamanes con un sentido espiritual. Yo estoy casi solo en el otro bando. Me critican porque he propuesto otra forma de interpre tarlo, pero como no hay pruebas, es una cuestión de elección. Muchos investigadores han pasado años de su vida y de su carre ra académica intentando explicar el arte rupestre desde el enfoque simbólico y obviamente se sienten incó modos de que alguien desmonte toda su contrucción desde la base. Tengo que añadir que mi teoría de que el arte paleolítico es un reflejo de la vida cotidiana no le quita un ápice de su belleza.

Gran trofeo El paleobiólogo posa con una cornamenta de bisonte del Pleistoceno hallado en el suelo helado de Alaska central.
–Sus críticos señalan que el hecho de que algunas obras parezcan haber sido desfiguradas a propósito prueba su sentido simbólico.

–Dos cosas: primero, muchas de las marcas que parecen intencio nadas, fueron hechas, en mi opinión, por garras de osos y otros animales que vivían en las cuevas. Por otro lado, la mayoría de las obras no tienen marcas, están intactas. Es cierto que en algunas cuevas abiertas al público, por ejemplo en España, hay pintadas, tanto modernas como antiguas, sobre otras pinturas anteriores. Es decir, en el Pleistoceno la gente también hacía pintadas, pero no creo que lo hiciera un chamán en protesta contra otro, o para deshacer el poder mági co de una pintura. No son graffitis negativos. Creo que las pintadas son actos culturales; hay algunas antisociales, pero no las del arte paleolítico.

–También le critican por ilustrar su libro sobre el arte rupestre con los dibujos hechos por usted, en vez de poner fotografías de las pinturas para que la gente saque sus propias conclusiones.
En lo único Fantasía sexual juvenil. Dibujo de Guthrie a partir de una pintura rupestre.



–Las 3.000 imágenes del libro son cruciales para mi estudio porque permiten mostrar su integri dad unificadora y las dibujé yo mismo basándome en fotografías y en mi propia observación directa de las cuevas. Sé que mis dibujos carecen de la belleza que tienen sus modelos reales, pero en mi libro lo que pretendo es alejar la atención del enfoque artístico para centrarlo en aspectos de la historia natural.

–¿Por qué cree que el arte rupestre ofrece tanta unidad a lo largo de 30.000 años?
La imatge “http://www.muyinteresante.es/images/stories/entrevistas/311_03.jpg”  no es pot mostrar perquè conté errors.–Una de las razones es el factor ambiental. Durante gran parte del Pleistoceno, en la más recien te Edad del Hielo, una estepa ventosa y fría se extendió desde Yukón por el Estrecho de Bering y Siberia hasta penetrar en España, cruzando tres continentes. Muchas especies de animales grandes se adaptaron y ocuparon diversas latitudes de ese nuevo ecosistema, como mamuts lanudos, bisontes, caballos, rinocerontes lanudos, antílopes, renos, leones, osos, lobos y otros, pero los humanos sólo pudieron vivir en el confín sur de la estepa. Ese fue el escenario donde se creó la mayoría del arte paleolítico, y esos animales fueron sus personajes principales a lo largo de esos 30.000 años.

–¿Es difícil datar las pinturas?
–Sí. Usamos Carbono 14, pero muchas pinturas están hechas con carbón y las antorchas dejan restos carbónicos, por lo que hay muchas fechas de radiocarbono acumuladas. Por otro lado, en cada cueva hay muchas edades superpuestas y ocupaciones humanas distintas con miles de años de diferencia.

–¿Cuál es su cueva favorita?
–Depende del punto de vista del que lo analicemos, pero sin duda una de mis preferidas es la de Perle-Merle, en el Valle del Lot, al sur de Francia. Es una cueva popular, abierta al público, una Disneylandia del arte paleolítico. Parece de diseño, no muy grande, con pinturas muy coloristas y rocas de gran belleza.

–¿Qué hace cuando no está inspeccionando una cueva?
–Me dedico a desenterrar y estudiar fósiles de animales paleolíticos, como los mamuts. También tengo muchas historias que contar sobre la evolución humana, pero quiero hacerlo en documentales de televi sión porque la gente ya no lee libros gordos. Ese es mi próximo proyecto.

–¿Cómo le gusta imaginar a los pueblos paleolíticos?
–Veo grupos de niños y adolescentes entrando en las cuevas detrás de algún adulto o solos, llenando la oscuridad con sus risas, jugando con antor chas, bromeando y finalmente poniéndose a dibujar y a llenarse las manos de ocre y saliva para dejarlas impresas en las paredes, como diciendo, “aquí estuvimos”.

La geología hizo de nevera

Dice Dale Guthrie en su libro La Naturaleza del Arte Paleolítico que los gruesos depósitos de caliza formados en el Cretácico, hace 80 millones de años, por toda Europa, crearon un substra to muy rico para la flora y los grandes mamíferos, y ayudaron a la preservación arqueológica. Todo empezó cuando la placa africana se desplazó hacia el norte y se estrelló contra la placa europea, cuya corteza se plegó en una serie de cadenas montañosas irregulares. Al mismo tiempo Norteamérica se alejó de Europa y el océano inundó nuestro continente y fluyó por los valles, creando lagos y fiordos sobre los cuales volaban los pterodáctilos. Hace 30 millones de años, el nivel del mar bajó y los depósitos calizos formados por los orga nismos acuáticos queda ron expuestos. Las aguas subte rráneas formaron una red de grutas cuyas duras paredes de piedra actuaron de capas protectoras. También fue crucial la latitud, que hizo que muchas se cubrieran de hielo, actuando como neveras. El caso de la gruta de Lascaux es peculiar, según Guthrie, porque a finales del Pleistoceno tenía una boca enorme y bajaba en pendiente hacia el interior. La mayoría de las pinturas –estas sí, obra de artistas maduros– se hicieron cerca de la entrada, cuando el sol iluminaba la cámara principal. Pero una avalancha de piedras bloqueó el acceso y permaneció a salvo de la luz y de los cambios de tempe ratura hasta 1940, cuando un árbol caído en una tormenta destapó otra entrada, que fue descubierta por un grupo de escolares




Ángela Posada-Swafford

dimecres, 23 d’abril del 2008

El hombre de hielo










En septiembre de 1991, dos turistas alemanes mientras recorrían la superficie helada de un glaciar situado en la frontera italo-austriaca localizaron un extraño cadáver que la nieve al derretirse había dejado al descubierto. Su piel apergaminada y pegada a los huesos le conferían el aspecto de una momia y los objetos que le rodeaban -un cuchillo, un hacha, piezas de cuero...- parecían de otra época.

Avisadas la autoridades, y tras ciertas vacilaciones iniciales, se acabó cosntatando el valor excepcional del hallazgo. Se trataba del cuerpo notablemente bien conservado de un hombre que había fallecido hacía ¡más de cinco milenios!.Inmediatamente se movilizaron médicos, antropólogos, biólogos, prehistoriadores... para llevar a cabo un exhaustivo estudio de este cadáver y ver qué noticias aportaba sobre tan remoto pasado.

Desde entonces, el "hombre de hielo" no ha dejado de ofrecernos informaciones de gran valor. Actualmente se conserva cuidadosamente custodiado en una cámara a 6o de temparatura y un 98 % de humedad que para evitar posibles deterioros.


Algunas preguntas

1.¿Por qué preocupa tanto la vida de alguien que vivió hace milenios?.
2.¿Qué área del saber se ocupa de investigar e interpretar lo que hicieron los hombres del pasado?.
3.Según las investigaciones efectuadas, el hombre de hielo vivió hace unos 5300 años. ¿Cómo expresarías esa datación si la relacionas con el nacimiento de Cristo?.
4.¿Cómo crees que ha llegado a establecerse esa datación?.
5.Entre las pertenencias del hombre de hielo, destacan: un anorak forrrado con hierbas y hecho a base de trozos regulares de cuero, hábilmente cosidos con fibras y tendones; un hacha con hoja de cobre insertada en un mango de madera; largas cintas de piel formando lazos; una bolsa con puntas de flecha, hojas de pedernal, un cuchillo de asta, una piedra de pulimentada y hongos con propiedades alucinógenas; una soga; un carcaj con 14 flechas de punta de pedernal y pegamento de raíces de abedul; un arco a medio de hacer; y un disco de piedra agujereado con un fleco colgante de cuero. A partir de estos datos, parece claro que el "hombre de hielo" vivió de modo muy distinto a cómo lo hacemos nosotros. ¿Qué diferencias destacarías?. ¿A que atribuyes los cambios tan profundos que desde entonces se han producido en las formas de vida. ¿Te atreverías a aventurar hipótesis sobre el uso que hacía de los distintos objetos que le acompañaban?.
6. ¿Serías capaz de decir cómo se llama el período histórico en qe vivió el hombre de hielo?. ¿En qué te basas?.

dijous, 17 d’abril del 2008

MESOLÍTICO, NEOLÍTICO, EDAD DE LOS METALES

MESOLÍTICO, NEOLÍTICO, EDAD DE LOS METALES

10000 -7000 a. C. MESOLÍTICO

- Cambios climáticos: fin de la cuarta glaciación, disminución de las lluvias, desertización del Sahara y del Próximo Oriente. Sequedad progresiva a medida que nos aproximamos a los trópicos.

- En el hemisferio Norte, muchas especies animales, habituadas a las anteriores condiciones climáticas, huyeron hacia los territorios septen­trionales, buscando el frío y la hume­dad, otras se concentra­ron en zonas montaño­sas

- Los hombres que se quedan en las regiones en proceso de deserti­zación instalan sus asentamien­tos en los valles que rodean los grandes ríos (Tigris, Eúfrates, Nilo, Indo, Hoang Ho) o en las lade­ras húmedas de las zonas bosco­sas. Especia­lización en determina­das especies vegetales y animales concen­tra­dos en esas zonas. Cultura de los concheros.

- Caza y recolección. Los hombres se especializan en las especies

- Tendencia al microlitismo en la fabricación de útiles. Empobreci­miento de la industria lítica.

- Esquematización en las representaciones pictóricas (escuela levan­tina)

Aunque a lo largo de estos milenios, las formas de vida dominantes fueron las de los pueblos cazadores- recolecto­res (depreda­ción), es en esta etapa cuando se realizan los descubrimientos clave que propiciarán el paso a las sociedades productoras de alimentos y sedentarias del Neolítico.

9000 a. C. domesticación de la oveja en el Próximo Oriente

8500 a. C Primeros asentamientos semipermanentes en el Próximo Oriente

8000 a. C. Cultivo del trigo duro y la cebada.Domesticación de la cabra

7500 a. C. Asentamientos de Jericó y Catal Hüyük

7000-4000 a. C. NEOLÍTICO

- Iniciado en el Próximo Oriente entre el IX, el VIII y el VII milenio a. C.

- Principales transformaciones

a) Agricultura y domesticación de anima­les (ganadería): Economía productiva en con­traste con la anterior economía únicamente depre­dadora. Mejora la alimentación. Incremento de la población.

b) Sedentarización, abandono del noma­dismo: los hombres construyen con materiales endebles barro, ramas, ca­ñas, etc- las prime­ras mora­das fijas, sur­giendo así las primeras aldeas, gene­ralmente edificadas en terrenos llanos y sin murallas defensi­vas. Arraigo a la tierra

c) Cerámica: posibilidad de conservar alimen­tos y de hervirlos (conse­cuente mejora de la dieta y crecimiento demográfico).

d) Cestería, tejidos de cáñamo, esparto y lino

e) Piedra pulimentada. Nuevos instru­men­tos: azadas, muelas, hoces

f) Se refuerza el papel de la unidad familiar. La mujer es especialmente apreciada por su función reproducto­ra. Los hijos son vistos como una ayuda. Posible división de las funciones en el seno de la familia según sexo y edad (mujeres, ancianos y niños se ocuparían de las tareas que exigie­sen menos esfuerzo físico) pero nos falta infor­ma­ción al repecto.

g) Espe­ciali­za­ción y divi­sión del tra­bajo.

h) Primeros mercados: intercambios me­diante trueque. Algunos se espe­cializan en el transporte y venta de mercancias: comer­cio.

i) Desarrollo del poder político: la vida en la aldea neolítica hará necesa­ria una autoridad que dirija y coordine la realización de obras comuna­les (grane­ros, cerca­dos, acequias de riego, cons­trucciones funerarias o reli­giosas -megali­tos-), que garantice la seguri­dad frente a posibles agresores internos o exter­nos, que resuelva las disputas entre los particulares o castigue los delitos.

j) Arte decorativo geométrico que se refleja en la cerámica. Arqui­tectura religiosa funeraria: monumentos megalíticos

K) Difusión del Neolí­tico: Hacia el Oeste (a través del Medite­rráneo y de la Europa continen­tal) y hacia el Este de Asia.

También durante estos milenios se realizan descubrimientos cuya aplicación no se generalizará hasta la siguiente etapa

6500 a. C. Domesticación del cerdo

6000 a. C. Primeros objetos de cobre fundido, haste entonces los objetos de metal se habían elaborado mediante la técnica del martilleado en frío: es el inicio de la metalurgia que se generalizará en la siguiente etapa

Domesticación del vacuno

Aparición de la alfarería

5500 a. C. Inicio de la irrigación

4500 a. C. Construcción de grandes templos en Mesopotamia

Uso de la rueda

EDAD DE LOS ME­TA­LES

4000- ­2500/2­000 a. C. EDAD DEL COBRE O ENEOLÍTICO

- se generaliza en el Próximo Oriente y la Cuenca del Egeo la metalurgia del cobre. Se empieza utlizando el sistema de martilleado en caliente, pero la auténti­ca revolución consistió en la fusión de este metal en hornos que alcanza­ban o superaban los 700°C y la utilización de moldes.


- la metalurgía del cobre por su complejidad exigía la existencia de una tradición artesanal y, por tanto, de una notable especialización del trabajo, que ahora se va incrementar. Los técnicos metalúrgicos pronto adquirieron gran prestigio social pues de ellos podía de­pender la superioridad de su pueblo. Posiblemente, intentaron mantener en secreto estas técnicas.

- la necesidad de endurecerlo lleva a buscarlo asociado a otros metales más consistentes, es decir a buscar vetas especiales. En la práctica, los objetos de cobre eran frágiles y no resultaban útiles para el trabajo y tenían más bien carácter ornamental.

- estas búsquedas desencadenan un importante movi­miento de pueblos hacia Occidente

- este proceso contribuye a la difusión de las técnicas metalúrgicas

En la península ibérica, destacó la Cultura megalítica de los Millares (Almería, 2300-1700 a. C.), que nos ha dejado abundante objetos de cobre

Avances técnicos genralizados durante este periodo:

en el ámbito agrícola

- irrigación artificial (construcción de acequias y cana­les en Mesopotamia)

- drenaje de los campo demasiado húmedos (sanea­miento de las zonas pantanosas

- abono de la tierra con productos orgánicos

- invención del arado (documentada desde el IV milenio a. C.), primero tirado por hombres y, más tarde, por animales de tiro (buey, asno y caballo: nueva aplica­ción de la gande­ría)

- se incoroporan nuevas especies vegetales (lino, algo­dón -importantes para los tejidos-, olivo, higueras, palmeras) en el Próximo Oriente

- la utilización del arado lleva a sustituir las antiguas parcelas pequeñas por campos mucho más amplios, que permiten un mejor aprovechamiento. Mejoran los rendimientos. Más excedentes.

- Consecuencias de las innovaciones en el ámbito agrícola

o aumenta la población

o el hombre más eficaz en el manejo del arado debido a su mayor fuerza física sustituye en las tareas agrícolas a la mujer que queda confina­da en el hogar.

o se incrementa el comercio: la produc­ción rebasa las necesidades del poblado: se exportan productos agrícolas inter­cambiándolos por amterias primas esca­sas en la región como el sílex o la made­ra para la construcción

- Consecuencias en el ámbito de la artesanía

o generalización del torno del alfarero (primero de un sólo plato: torno lento; más trde con dos platos y un eje: torno rápido): fabricación en serie

- Consecuencias en el ámbito de los transportes

o Navegación: Hasta entonces debieron utilizarse rudimentarias balsas o canoas que varirían de diseño en función de los materiales empleados:

Norte de Europa: canoas y piraguas vaciadas en un tronco de árbol

Galicia, Gran Bretaña, Irlanda: naves con costillaje de madera recubierto de pieles

Egipto: embarcaciones de papiro

todas ellas movidas mediante palas y remos. El timón apareció más tarde.

Pero hacia el 3500-3000 a. C. se produjo una innovación decisiva: la vela. Poco después, aparecieron naves con proa alta , capaces de hacer frente a las corrientes marinas (gran expansión por todo el Mediterráneo)

o Transporte terrestre: Hasta entonces esquíes, trineos, u otros. La gran innovación la constituyó la rueda que trajo consigo la aparición del carro. Primero, se utilizaron ruedas compuestas de tres paiezas de madera, empalmadas y atadas con llantas de cuero y tachonadas con clavos de hierro. El eje, que formaba una sola pieza con las ruedas, estaba fijado a la parte inferior del carro con tiras de cuero. Más tarde se lleagron a fabricar furgones y hasta carrozas. Los pueblos indoeuropeos crearon posteriomente la rueda radial, mucho más ligera, utilizando los carros no sólo como medio de trasnporte sino como vehículo de guerra y de caza.

Revolución urbana: (dossier, 19 bis, p. 54)

- La agricultura y el desarrollo de los medios de transporte suponen un aumento del nivel de vida de la población: explotación del suelo (trigo, cebada), ganadería, pesca, abastecimiento de aves, comercio próspero de manufacturas y materias primas (p. ej.: obsidiana)

- Aumento demográfico que favorece la concentración del hombre en grandes centros urbanos, donde se esta produciendo una gran prosperidad gracias al comercio y la especialización del trabajo


- La organización de estas cada vez más complejas sociedades exige una autoridad que dicte leyes, resuelva los conflictos, dirija la realización de obras públicas y garantice la seguridad de los ciudadanos.

- Creación de cuerpos de funcionarios (burocracia) al servicio del Estado

- 3500 a. C.: aparición de la escritura

- 3000 a. C.: Grandes ciudades, sociedad estratificada, gobernantes poderosos en Mesopotamia y Egipto

MEGALI­TIS­MO 3500-1000 a. c.

EDAD DEL BRONCE, 2000-1000 a. C.

- Si importante fue la metalurgia del cobre, el paso definitivo llega con la metalurgia del bronce, fruto de la aleación del primero con el estaño. Seguramente fue un hallazgo fortuito que se habría propducido ya en el año 3000 a. C. en los focos originarios de la primera metalurgia del cobre.

- Pero, el Próximo Oriente es pobre en estaño y su búsqueda y hallazgo en lugares muy alejados propi­ciará el desarrollo de nuevas cultutras en zonas como el lejano Occidente atlántico (Hispania, Britania y Bretaña)

Desde Mesopotamia (2000-1500 a. C.), esta metalur­gia alcanza el Caúcaso, Anatolia, Egipto, el ámbito egeo y consigue un gran florecimiento en Creta

Hacia 1500-1000, Creta es sustituida por Micenas como centro difusor de esta técnica ( desde allí se extiende por Hungría, los territorios germánicos y quizás llegase hasta Irlanda). Turquía, los Cárpatos y la península Ibérica fueron centros difusores intermedios de gran importancia.

- A esta época pertenecen las siguientes culturas:

Primeras culturas del Danubio

Cultura del vaso campaniforme (2500-1800 a. C.: cultura surgida en la edad del cobre pero que pronto incorpora la técnica del bronce

Cultura argárica (Almería, 1700-1500 a. C.) Santacana, 71

Cultura de los túmulos (área centroeuropea, 1500-1300). Entierran los cadáveres de la clase dirigente en túmulos (cistas de piedra, cubiertas de tierra, formando pequeños mpntículos, con ajura funerario: armas y ornamentos) Santacana, 74

EDAD DEL HIERRO 1000-0 a. C.

- Descubrimiento de la metalurgia del hierro en la zona del Caúcaso y de los Montes Taurus hacia el 1500 a. C. Los hititas fueron sus más celosos guardianes.

- Generalización del hierro a partir del 1200 a. C.

- Centros difusores:

- Fenicios y griegos

- pueblos nómadas y guerreros: escitas y cimerios de los Balcanes

- corriente egea

- corriente balcánica

- Cultura de los campos de urnas (centro y occidente de Europa, 1300-500 a. C.): incineración desde la Edad del Bronce

- Primera gran etapa: Cultura de Hallstat (800-500 a. C.): desde el Oeste de Hungría y el bajo Rhin hasta el N de España y Francia

- Segunda gran etapa: La civilización de la Tène o civilización del pueblo celta (500 a. C.-100 d. C)

- Tartessos (Suroeste de la península ibérica, 700-500 a. C.)

- Los pueblos ibéricos (600-0 a. C.)


dilluns, 14 d’abril del 2008

DESHACIENDO MITOS SOBRE LOS NEANDERTALES




Galería: http://www.elpais.com/fotogaleria/Neandertales/vez/cerca/5308-1/elpgal/

Más cerca de nosotros

MALÉN AZNÁREZ 13/04/2008

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La foto cambia. Los neandertales, aquellos seres tan parecidos a nosotros, y tan distintos, eran más humanos, inteligentes y agraciados de lo que siempre creímos. Recientes hallazgos descubren cosas insólitas, de 'los otros' y su mundo. Las incógnitas comienzan a desvelarse.

Sólo hay dos especies que, miles o millones de años después de extinguirse en la Tierra, siguen provocando auténticas pasiones entre los humanos: los neandertales y los dinosaurios. Por qué los terroríficos monstruos de crestas punkeras, enormes corpachones y largas colas siguen fascinando parece claro. Eran unos bichos impresionantes y atractivos en su poderío, que dominaron la Tierra durante millones de años, y ¡zas!, de repente desaparecieron. Pero ¿por qué nos siguen cautivando e intrigando los neandertales?, aquellos seres chaparros y fortachones, de enorme nariz, arcos supraorbitarios prominentes y mentón huidizo que habitaron Europa hace entre 200.000 y alrededor de 27.000 años. ¿Por qué queremos averiguar a toda costa cómo eran, si se cruzaron o no con el hombre moderno, y saber cómo y por qué se extinguieron?

Quizá la fascinación por aquellos robustos seres tan parecidos a nosotros, y a la vez tan distintos, no obedece a otra cosa, como dice Antonio Rosas, paleoantropólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), que a querer saber más de nosotros mismos. ?Porque son un enigma, son como nuestro espejo un poco deformado, nos reconocemos pero al mismo tiempo no somos. Y los miramos de continuo para ver si entendemos algo más de nosotros mismos?. O puede que, como mantiene el premio Príncipe de Asturias y codirector de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, sólo sea "porque es una historia apasionante, una gran historia, y a los humanos nos gustan las historias". Para el autor del exitoso El collar del neandertal, que confiesa que nada le haría más ilusión que tener una gota de sangre neandertal que le conectase con esos poderosos europeos, el cerebro humano, esencialmente, produce y consume historias. "Y la de los neandertales es una de las más increíbles, pone a nuestra especie junto a otra misteriosa y desaparecida: los otros. Tiene un componente de intriga y misterio, es imposible que no nos atraiga".

Hasta hace muy poco, los neandertales eran considerados unos seres rotundamente arcaicos y brutales -durante muchos años se les tuvo como una subespecie de Homo sapiens-, poco avanzados en tecnología y con escasa capacidad para resistir la competencia del hombre moderno, más inteligente y rico en recursos, con el que coexistió en Europa unos 10.000 años antes de su extinción.

Pero el paradigma está empezando a cambiar. Ni tan brutales de aspecto, ni tan atrasados tecnológicamente, ni tan diferentes en su inteligencia del Homo sapiens. ¿Qué está pasando? Pues que los últimos estudios genéticos y hallazgos de fósiles neandertales, entre ellos, los del yacimiento asturiano de El Sidrón, están aportando datos que empiezan a replantear el modelo tradicional. ?Son cosas increíbles las que estamos conociendo, elementos de su aspecto físico o cognitivo que nunca hubiéramos pensado saber?, dice el biólogo del equipo de El Sidrón, Carles Lalueza, que ha descubierto dos importantes genes neandertales. Uno está relacionado con la pigmentación y nos permite saber que eran rubianco-pelirrojos; el otro, con la capacidad para el habla, y nos deja deducir que podían hablar como los cromañones. ?El Sidrón está abriendo un universo muy llamativo. Es la mejor colección de neandertales de la Península y ahora, sin duda, el yacimiento activo más relevante del mundo. Podemos decirlo sin ningún rubor?, asegura Rosas, responsable de la paleoantropología del yacimiento y profesor investigador del CSIC.

Tanto Arsuaga como Rosas, que durante 23 años formó parte del equipo de Atapuerca, se remontan al ancestro común de neandertales y el hombre moderno, el Homo ergaster africano, que salió de África hace unos dos millones de años, para explicar cómo su diferente evolución dio lugar en Europa al neandertal, la especie genuinamente europea, y en África, al Homo sapiens, que llegaría a Europa, por Asia, hace unos 40.000 años. Dos especies diferentes con un antepasado homínido compartido.

"¿Cuándo se data el origen de los neandertales?", se pregunta Arsuaga, actual director del Centro de Evolución y Comportamiento Humanos (UCM-ISCIII). "No hay contestación, porque fue una evolución gradual. Podemos decir que los primeros neandertales tenían medio millón de años. La gente de la sima de los Huesos de Atapuerca es una población europea de hace medio millón de años, contemporánea de una población africana, y ambas proceden de la misma especie biológica, pero empiezan a diferenciarse localmente. En Europa hay un avance, un esbozo de algo que con el tiempo terminarían siendo los neandertales, pero que todavía son antepasados de neandertales, el Homo heildelbergensis. Pero si vamos más hacia atrás, a los 800.000 años, o todavía más atrás, con el reciente hallazgo de la nueva mandíbula de 1,3 millones de antigüedad, nos encontramos con el Homo antecessor de Atapuerca, que no tiene rasgos neandertales. Tanto la paleontología como la genética indican que la separación de las dos líneas se produjo en algún momento entre 500.000 y 1.000.000 de años".

¿Qué entendemos hoy por neandertales? Si hablamos de los que antes se llamaban neandertales clásicos -conocidos toda la vida como neandertales-, su origen está entre los 250.000-200.000 años atrás; ésa sería una fecha frontera. "A partir de ese momento son neandertales en el sentido anatómico, y los anteriores, los de Atapuerca, son sus antepasados directos", afirma Rosas, quien añade que los fósiles de El Sidrón (nueve individuos de distintas edades identificados, un maxilar prácticamente completo con todos sus dientes, además de otros miles de huesos, restos líticos transformados en útiles y herramientas) ponen en la palestra la guinda que faltaba: el final de los neandertales claramente constituidos. "Y no hay que olvidar que es la primera vez que se ha podido sacar un gen completo de un fósil de neandertal".

Las aportaciones genéticas de El Sidrón, tanto del ADN mitocondrial (sólo de herencia materna) como del nuclear (de ambos progenitores) de neandertales, que vivieron en la cornisa cantábrica hace 43.000 años, están siendo esenciales para hablar de un nuevo paradigma. No sólo se han sumado al macroproyecto del Genoma Neandertal que lidera el experto mundial Svante Pääbo, sino que son objeto de diferentes estudios genéticos en colaboración con el instituto alemán Max Planck. "Hasta ahora, para entendernos, la explicación en la teoría de la evolución era entre el chimpancé y nosotros, ya que compartimos un antepasado y es la especie viva más próxima. Era nuestro modelo de referencia. Pero la cantidad de información llamativa de los neandertales que estamos sacando nos permite empezar a sustituir el modelo chimpancé por el modelo neandertal. Con una diferencia: que la distancia de separación es mucho más corta en el tiempo evolutivo", explica Rosas.

¿Cuáles son estas novedades neandertales que tanto entusiasman a los científicos? Para empezar, los datos sobre su aspecto físico, y, lo que parece intrigarnos más, sobre si se cruzaron o no con el hombre moderno, siguiendo por derroteros como su ecosistema y forma de vida, tecnología, diferencias que podía haber entre los del norte y del sur. Y, finalmente, una de las cuestiones esenciales: las causas de su extinción.

El pescador de genes Carles Lalueza puede decir mucho de los hallazgos genéticos. Descubridor del gen FOXP2, relacionado con la posibilidad del habla, y del MCR1, de la pigmentación, y a punto de publicar un nuevo descubrimiento del que todavía prefiere no hablar, aunque insinúa que cualquier otro gen "que esté relacionado con la inmunidad, la fisiología del metabolismo o los aspectos externos llamará la atención porque representa un cambio conceptual grande", asegura que, a la larga, "esta información no sólo representará un cambio de paradigma sobre ellos, sino sobre nuestra especie". Porque, una vez que tengamos el genoma completo del neandertal y veamos los genes que compartimos, podremos saber, aunque sea por eliminación, cuáles son los cambios exclusivos de nuestra especie. "Ahora estudiamos sus características propias, pero, en el fondo, estamos estudiando las nuestras", asegura este investigador de la Universidad de Barcelona.

Así que, gracias a la genética y al ADN de los fósiles de El Sidrón, podemos saber, entre otras cosas, que el físico de los neandertales era mucho más parecido al del hombre moderno de lo que hemos pintado e ilustrado durante más de un siglo. "A mí no me importaría que se hubieran cruzado con nosotros. Soy un defensor de los neandertales y estoy en contra del paradigma, que ha cuajado incluso a nivel popular, de que era una subespecie brutal y atrasada?", dice Lalueza, que añade que con el hallazgo del gen de la pigmentación asistimos a una paradoja divertida: en el fondo, ellos, que podían ser rubios o pelirrojos y de piel clara, se parecían más físicamente al hombre actual que nuestros antepasados los cromañones. "Éstos, hacía poco que habían salido de África y tenían una pigmentación más oscura".

Con el físico hemos topado. Y si no eran tan primitivos, ¿cómo eran realmente? ¿Podrían, vestidos en vaqueros, pasar hoy desapercibidos en el metro de Nueva York, como mantiene el famoso y ya clásico modelo? Porque las últimas recreaciones que han incorporado algunos grandes museos del mundo, como las realizadas por el taller Daynés, de la artista francesa Elisabeth Daynés -que ilustran este reportaje-, suponen una auténtica revolución en la imagen neandertal tradicional. Y no son fantasías, ya que están hechas sobre moldes de fósiles neandertales y con el asesoramiento científico de conocidos expertos. "Son parecidos a nosotros y diferentes en todo el esqueleto. La pelvis es totalmente distinta, las mandíbulas, el cráneo, los dientes, los huesos largos... Morfológicamente son distintos; no son simios, pero tampoco son sapiens: son diferentes", dice Arsuaga.

Lalueza tiene claro que hoy un rostro neandertal nos sorprendería mucho. "No creo que haya un equivalente en el hombre actual. Su frente estaba inclinada hacia atrás, los arcos supraorbitarios sitúan una mirada muy profunda, tenían la cara proyectada hacia delante y la nariz era enorme, tan grande como la de un europeo que la tuviera muy grande, pero ancha como la de un africano. Realmente creo que llamaría la atención en el metro de Nueva York...". Pero Antonio Rosas, que con su equipo del Museo Nacional de Ciencias Naturales reconstruye, con el maxilar encontrado en El Sidrón, una cara de neandertal utilizando avanzadas técnicas de computación, mantiene que, en esencia, lo que está cambiando es que se empiezan a apreciar diferencias entre grupos neandertales del norte y del sur. "Una peculiaridad de los de El Sidrón es que eran muy robustos; dentro de su arquitectura ancha, eran más anchos todavía. Los individuos masculinos podían, en caso extremo, superar 1,70 metros de altura, y las mujeres bordeaban el 1,60. No eran pigmeos. Y murieron jóvenes. Sabemos que su longevidad máxima estaba entre los 40 y 50 años, pero éstos no llegaron...".

Otro de los mitos que ha caído con la genética es el de que los neandertales no podían hablar como nosotros y se entendían con gruñidos o gestos. Podían. Y así lo ha demostrado el gen encontrado por Lalueza, que implica que neandertales y cromañones tenían la misma estructura implicada en el gen que posibilita un lenguaje articulado. "Su lenguaje debió de ser más limitado que el nuestro, pero no porque pudieran emitir menos fonemas. La razón principal la tenemos en que nuestro lenguaje requiere, de manera constante, una memoria operativa de gran capacidad", mantiene el psicobiólogo Manuel Martín-Loeches, autor de La mente del Homo sapiens, que ha estudiado también la del neandertal y su capacidad para la memoria o el habla. Director de la sección de Neurociencia Cognitiva del Centro de Evolución y Comportamiento Humanos, Martín-Loeches dice que la memoria operativa de los neandertales, mucho más limitada que la del sapiens, fue también la causa de su escasa capacidad creativa y, curiosamente, de su valentía, ya que su menor facultad para anticipar acontecimientos futuros les hacía más osados.

Arsuaga opina que el lenguaje neandertal sonaría como el nuestro si lo oyéramos a través de una puerta. "En el antiguo paradigma siempre se decía que los neandertales no podían producir los sonidos del lenguaje del Homo sapiens, pero ellos tenían el hueso hioides -situado encima de la laringe- como el nuestro y el del chimpancé es muy diferente. Si oyéramos hablar a los neandertales, sonarían igual que un hombre moderno y no como un chimpancé. Y si oyéramos hablar a un austrolopiteco, seguramente diríamos que es un chimpancé...".

En lo que están de acuerdo los investigadores es en que, fundamentalmente, lo que ha cambiado es nuestra percepción de los neandertales, quizá porque ya no tenemos tanta necesidad de considerarlos tan inferiores para vernos superiores. "Hemos dejado de creernos el epicentro de la evolución humana. Dicho de otra forma, ya no se perciben como una especie inferior, sino como una igual. Distinta pero igual", opina Rosas. Y Arsuaga menciona otra novedad. "De entrada, son los europeos de verdad, ellos sí que son auténticos europeos... Y eso es un cambio de paradigma. Ha pasado un poco como con los aborígenes de Australia o Nueva Zelanda, que ahora todo el mundo presume de tener un antepasado maorí...".

Pero hay más cosas que empiezan a contemplarse en este nuevo modelo neandertal. Por ejemplo, algo que nunca se había cuestionado era su escasa capacidad tecnológica. Todas las herramientas y utensilios de aspecto moderno que tenían -en torno a los 40.000 años de antigüedad- se habían atribuido siempre a los cromañones, pero hallazgos como los de la cueva del Conde (Asturias) o El Sidrón permiten dudarlo. Arsuaga, que codirige los trabajos de la cueva del Conde, asegura que éste y otros yacimientos de parecidas características del País Vasco o Cantabria plantean que es una tecnología neandertal: "Tenemos unas industrias de transición que hasta ahora atribuíamos a los cromañones, que se suponía eran los creativos. Y nos preguntamos: ¿por qué de los cromañones? Todo apunta a que lo han hecho los neandertales". "En Barcelona hay un yacimiento maravilloso donde se ve que los neandertales tenían un dominio extraordinario del fuego, con talleres que utilizaban casi de forma industrial. Vamos conociendo y matizando", apunta Rosas.

La coexistencia de los últimos neandertales y cromañones en Europa, durante unos 10.000 años, pone sobre el tapete otra de las cuestiones más debatidas: ¿se cruzaron ambas especies? Lalueza lo niega rotundamente y asegura que las especies divergieron hace unos 900.000 años. "Además del gen de la pigmentación- una variante que no se encuentra en los humanos modernos-, en el gen FOXP2 encontramos variantes que tenían los neandertales que eran ancestrales a todos los humanos modernos y que no han llegado hasta nosotros. Coexistieron, pero no se mezclaron".

Pero Arsuaga tiene serias dudas y asegura que no le sorprendería que hubiera habido algún intercambio genético. Lo que para él, en cualquier caso, carece de importancia. "Pudo haber alguna vez cruces entre neandertales y sapiens, pero es irrelevante, es intrascendente a efectos evolutivos, porque sucede que esos híbridos no encuentran pareja o son absorbidos, y los genes raros acaban perdiéndose. Los neandertales se extinguieron y no contribuyeron nada a las poblaciones modernas, pero no me parece realista decir que es imposible que se hubieran cruzado, porque en la naturaleza no hay límites netos".

Y llegamos a otra de las grandes cuestiones del universo neandertal: ¿por qué se extinguieron? Pregunta que, como las cerezas de un cesto, se enreda con otras: ¿fue el Homo sapiens el causante de su extinción?; ¿acaso no pudieron competir con la mayor capacidad tecnológica de éste?; o, como también se plantea ahora, ¿fue un cambio climático lo que les arrastró a su final?

El paleobotánico José Carrión, de la Universidad de Murcia, especialista en palinología, ha estudiado los registros de cambios de paisaje asociados a áreas regionales neandertales, a través del polen fósil de distintos yacimientos, entre ellos, los de los últimos neandertales de la península Ibérica (Gorahn, en Gibraltar, y Carihuela, en Granada). Carrión, que ha reconstruido la vegetación, paisaje y fauna de la época, aporta dos conclusiones. Una: la extinción no fue de golpe, sino un largo proceso. Dos: se debió sobre todo a un proceso endogámico. Pero suma otros datos. Para empezar, los neandertales eran seres de bosque y un cambio climático vino a acelerar su extinción.

Al parecer, aquellos bosquimanos fueron reduciendo su área de distribución en el continente europeo, por lo menos desde hace 35.000 años hasta unos 26.000 años antes del presente. "Los últimos 10.000 años fueron de declive, con una población fragmentada y cada vez menos numerosa. Cuando haces un mapa del Musteriense, las poblaciones están cada día más distantes, con más endogamia y menos intercambio génico entre las poblaciones del norte y del sur. Eso, a largo plazo, es un problema en todas las especies de mamíferos. Los genetistas lo llaman ?depresión por endogamia", explica Carrión. "Los últimos neandertales están en el sur de la península Ibérica y, cuando se extinguen, no hay evidencia alguna de que el hombre moderno estuviera allí. No coexisten. Así que la competencia de una especie con la otra no existe, no hay por qué estudiarla".

Para este paleobotánico, hay otras causas que contribuyeron a la desaparición de la especie, como el cambio de paisaje. "El neandertal es un animal meridional, de bosque abierto o sabana (árboles grandes, arbolitos sueltos y hierba), no es un hombre de estepa. Siempre los han pintado en el norte de Europa, pero ellos se iban al norte cuando hacía calor; en los periodos glaciales estaban en el sur de España, el sur de Italia y la península grecobalcánica. Por su tecnología, posiblemente cazaban en grupos pequeños y al acecho, escondiéndose detrás de árboles y arbustos. Y ocurre algo inesperado: el paisaje se hace entonces muy abierto, muy estepario, con pocos arbustos, y el tipo de animales cambia. Pasa de una gran diversidad de fauna a otra menor pero muy grande: mamuts, bisontes, renos... Animales que hay que cazar de otra manera, con proyectil o lanzando piedras a distancia. Y sus herramientas de caza son más pequeñas y lanzables, no pesan. La mejor tecnología para esa caza la tiene nuestra especie, los sapiens que vienen de la estepa asiática perfectamente adaptados. Pero todavía sobrevivió miles de años...".

Así que los cambios climáticos dieron al neandertal el golpe de gracia. Para Carrión, la gran pregunta no es por qué se extinguieron, sino por qué sobrevivieron tanto. Y tiene una respuesta. "Durante 30.000 años, el sur de la península Ibérica era un jardín botánico, un auténtico paraíso. Vivían cerca del mar, y pescaban y comían de todo, incluso piñones... Comían focas monje, cazaban delfines, ánades, patos, codornices, perdices, cabras montesas... Tenían una dieta muy variada, la misma del hombre de hoy". Rosas, por su parte, asegura que la extinción de los neandertales es tan natural como el origen y el nacimiento de cualquier especie. "Nos preguntamos por qué se extinguieron y es un planteamiento falso. Es interesante saber por qué, pero está envuelto en un halo de falso misterio. Cuando llevamos la misma cuestión a otras especies de mamíferos, vemos que unos se extinguen y otros no. Y ellos tienen medio millón de años de historia de evolución, que nosotros no tenemos...".

Pero el codirector de Atapuerca aporta su personal teoría para explicar la extinción: la gran capacidad simbólica de los cromañones les daba ventaja. "Los neandertales no tenían bandera, y cuando llega aquí el Homo sapiens tiene bandera... Porque la bandera es la capacidad de representar a una comunidad por medio de un objeto, de reagruparse en torno a símbolos, lo que permite aumentar el tamaño del grupo sin basarse en el parentesco, un grupo que trasciende lo biológico. Así, el número de miembros de una tribu puede ser ilimitado; creo que ésa es la diferencia. Los cromañones tenían un sistema de alianzas, de solidaridad, basado en creencias, historias o mitos que les daban una unidad que sobrepasaba lo puramente biológico. Somos la única especie que forma comunidades no biológicas, unidas por lazos de tipo simbólico, lingüístico, religioso... Los neandertales se conocerían entre ellos, familias, grupos grandes, y, de pronto, eso se pone en competencia con una especie de comunidades que pueden ocupar toda la península Ibérica, con una capacidad enorme de alianza".

Eso, dice divertido Arsuaga, significa que los neandertales eran mucho más realistas que los cromañones. "Qué es más inteligente, ¿creer en lo inexistente o no creer" Yo no creo en los espíritus, no es nada realista ni inteligente; en eso estoy con los neandertales, que eran los realistas... Pero, a la larga, la gente que cree en mitos simbólicos tiene más fuerza de comunidad y supervivencia".

Queda sólo un último misterio neandertal por aclarar: si fueron o no creadores, si hicieron arte. Hasta el momento, siempre se ha mantenido que no, y los vestigios encontrados de arte fronterizo (entre 32.000-35.000 años) se han atribuido a los cromañones. "Si los cromañones llegaron hace unos 40.000 años", dice Arsuaga, "algunos neandertales tuvieron tiempo de aprender de ellos, pero ahora parece que los objetos de adorno y colgantes que tenemos de esa fecha, lo más antiguo, son de neandertales, así que nos vamos acercando a la frontera de lo simbólico".

Los huesos encontrados en la cueva de El Sidrón plantean una cuestión que enlaza con la hipotética capacidad simbólica de la especie extinguida: ¿eran enterramientos? El catedrático de prehistoria de la Universidad de Oviedo, Javier Fortea, director del yacimiento, no lo cree así. "En este depósito no se había producido ningún acondicionamiento del espacio por parte del hombre. Parece que procede del exterior, que es una zona de dolina; posiblemente esa dolina se colapsó y por alguna chimenea cayó al interior. Lo que estamos encontrando abajo nos plantea cómo llegaron aquí esos huesos, y si los neandertales enterraban o no a sus muertos hace 43.000 años. Algunos de los huesos tienen marcas de cortes descarnados, y eso indica una práctica de tipo alimentario antropófaga, incluso caníbal, aunque prefiero no utilizar palabras de ritual mientras no sepamos lo que ocurrió. Fuera hubo una acumulación de individuos, y algunos de ellos, no todos, fueron desmembrados por sus congéneres de forma rápida, porque no muestran presencia de felinos carroñeros".

Son señales que pueden percibirse en los huesos, aunque no resulta fácil verlas, salvo cuando quien las muestra es el paleoantropólogo Antonio Rosas, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. "Mire las rayas horizontales de esa mandíbula, se aprecian las marcas del corte, de la descarnación, el individuo fue cortado para descarnar el músculo. Ese otro hueso tiene un desconchón de lasca, de cuando se hace un corte al hueso; eso significa que los huesos largos fueron machacados para extraer la médula y comerla. Si es un canibalismo, alimenticio o ritual, continúa en discusión, pero lo que sí está claro es que El Sidrón aporta un magnífico ejemplo de canibalismo; tenemos señales de libro".

En los diferentes yacimientos neandertales, comenta Arsuaga, hay muchísimos niños enterrados. "Se puede discutir si son rituales o no, pero son enterramientos. Y eso es muy humano, es un comportamiento simbólico, porque un individuo no entierra; es un grupo el que entierra. Y a nivel sentimental nos los aproxima, no los vemos ya como monstruos, sino como gente que entierra a sus niños, que los quiere, y eso es muy tierno".

El yacimiento de El Sidrón no sólo aporta información novedosa, sino que, por primera vez en el mundo, está aplicando un protocolo en la extracción de fósiles para evitar las contaminaciones genéticas que, con frecuencia, se producen en las manipulaciones de los investigadores. Así que no es raro ver dentro de la cueva a una especie de astronauta cogiendo huesos con mucho cuidado. "A todos los excavadores nos han hecho el perfil genético, estamos retratados... Pero cuando afloran huesos potentes, compactos y duros, no esponjosos, como un fémur o una tibia, y creemos que pueden reunir las condiciones adecuadas para extraer material genético, se interrumpe la excavación, y todo el material que se está utilizando se desinfecta. El excavador se pone un traje de astronauta, un mono con escafandra, zapatos y guantes estériles, levanta el hueso con su tierra y lo mete en una bolsa estéril. Luego se guarda en una nevera a dos grados de temperatura hasta llegar al congelador del campo base, que está a 30 grados bajo cero", explica Fortea. Más tarde viajarán a Oviedo, Alemania y Madrid.

Primero fue Atapuerca y ahora los neandertales, hallazgos que, a decir de los expertos, están convirtiendo a España en una potencia paleontológica mundial. "El Sidrón significa a los neandertales lo que Atapuerca a la evolución general", confiesa Rosas sin poder disimular su entusiasmo. Y se aproximan nuevos descubrimientos.

Fuente:

http://www.elpais.com/articulo/portada/cerca/elpepusoceps/20080413elpepspor_8/Tes

http://www.elpais.com/fotogaleria/Neandertales/vez/cerca/5308-1/elpgal/