dimarts, 25 de març del 2008

Historia de los homínidos

LA EVOLUCIÓN HUMANA

Los hominoideos
El género homo
Los neandertales
Tabla resumen
Esquemas evolutivos

El enigma del "Hombre de Flores"
Evolución y lenguaje

LOS HOMINOIDEOS

Los hominoideos se originaron en África hace al menos 23 m.a. y fueron variados y numerosos en este continente y también en Asia y Europa. Hace 10 m.a. comienzan un rápido declive y hace unos 7 m.a. la mayoría de las especies habían desaparecido, en la actualidad la única realmente abundante y extendida es el Homo sapiens sapiens .


mapa de dispersión de Australopithecus


Dos razones para explicar la decadencia:

  1. Pérdida del hábitat por cambios ecológicos.

  2. Competencia con el otro gran grupo de simios del viejo mundo: los certopitecos


Es posible que junto al cambio climático se hubiese producido una reducción del dióxido de carbono en la atmósfera hace unos 8 m.a. que habría favorecido la extensión de la sabana
Hasta hace bien poco se pensaba que había que situar al primer homínido en una edad que rondaba los 4 m.a. A este primer homínido se le llamó Ardipithecus ramidus, y se trataba de una especie que llevaban una vida plenamente forestal, con un tipo de alimentación similar a la de los actuales chimpancés, y, a partir de restos de la base del cráneo, se ha sugerido la posibilidad de que fueran bípedos. Sin embargo, la reciente aparición de un cráneo casi completo de un primate, con rasgos muy similares al de un chimpancé, ha dado un vuelco a los sistemas de clasificación en la paleoantroplogía moderna. A este cráneo hallado en el Chad, se le calcula una antiguedad de 7 m.a., lo que supone que estos restos corresponden a una época en la que se estaría iniciando la diferenciación entre el hombre y el chimpancé. El nombre que se ha dado a este nuevo hallazgo es el de Sahelantrropus tchadensis, más conocido como Toumaï, que es el nombre que reciben en el desierto de Djurab los bebés que nacen justo antes de la estación seca y significa Esperanza de vida en el idioma gorán, han explicado los investigadores.
Del análisis de los restos encontrados se puede saber que:
Por el tamaño de cráneo no podía tener un tamaño mayor que el de un chimpancé.
Su capacidad craneal oscilaba entre los 320 y 380 cc.
La abertura de la base del cráneo (foramen magnum), donde se conecta la espina dorsal con el cerebro, tiene forma oval y no redonda, como en los chimpancés. Por su forma y ubicación se puede pensar que que podían caminar de forma erecta.
El esmalte dental es es más grueso que el de un chimpancé, por lo que tendría una dieta con menos fruta.

Consultar:
Un cráneo hallado en Chad sitúa hace 7 millones de años el origen de los humanos. El País 11/07/02

Hace unos 4 m.a. existía una especie de homínido llamada Australopithecus anamensis. Estos homínidos caminaban erguidos y su dentición indica que se produjo ya un cambio en su nicho ecológico, incorporando en la dieta productos vegetales duros que son más propios de medios secos.


caminar de
Australopithecus


En el siguiente millón de años aparecen fósiles de homínidos asignados a la especie Australopithecus afarensis. La inteligencia de estos homínidos estaría cercana a la de los chimpancés actuales. Es posible que fuera en los bosques más abiertos y secos del este de África donde se produjo la evolución de un primate ecológicamente muy próximo al actual chimpancé hacia formas bípedas y con una alimentación que incluye productos vegetales duros. Estos homínidos pronto se extendieron hacia el oeste. Des este grupo de homínidos si se tiene un registro fósil más completo. El grupo de piezas más famoso lo compone el esqueleto de una hembra adulta a la que se le dio el nombre de Lucy. Lo restos de Lucy muestran que se trataba de una hembra con una estatura de 105 cm. y aproximadamente 27 Kg. de peso (los machos podían alcanzar los 135 cm. de altura y 45 Kg. de peso. No se sabe con certeza la capacidad craneal ni su capacidad para transmitir algún tipo de información, ni de su habilidad para construir útiles más complejos que los que pudiera construir un chimpancé en la actualidad.
Además de los huesos fosilizados se han encontrado las huellas que un grupo de tres individuos dejaron en Laetoil hace tres millones y medio de años.
Del estudio de la dispersión de los restos fósiles se deduce que que el origen de nuestra especie habría que situarlo en el este de África, concretamente en el Rift Valley.
Hace 3 y 2 m.a. existían varias formas de homínidos. El Australopithecus africanus vivió en Sudáfrica y sus fósiles aparecen en cuevas, sus despojos fueron abandonados en las cuevas por sus depredadores. En torno a hace 2,5 m.a. el grupo se divide en dos grandes tipos de homínidos.


Parántropo


A) Parántropos. El Australopithecus afarensis parece ser su antepasado más directo. Australopitecos y parántropos presentaban un marcado dimorfismo sexual en cuanto al tamaño corporal y es posible que se agruparan en comunidades de varios machos emparentados, en las que cada uno agruparía en su torno un pequeño harén de hembras. La crisis climática que se produce hace unos 2,8 m.a. pudo influir de forma decisiva en la desaparición del Australopithecus africanus (ligado a ambientes forestales) y propiciando la aparición d formas adaptadas a medios más abiertos: los primeros representantes del género Homo y del género Paranthropus. Estos dos géneros se originaron en una misma época y convivieron durante cerca de 1,5 m.a.
B) Homínidos. Desarrollan su cerebro y fabrican instrumentos de piedra. Las primeras herramientas de piedra se encuentran en Etiopía, en la zona de Afar, y se les calcula una antigüedad de 2,3 m.a. En un principio no eran muy diferentes de los australopitecos.


En 1999 se encontraron restos de una nueva especie de homínido, a la que se denominó Australopithecus garhi, con aproximadamente la misma antigüedad que los restos líticos y se cree que fue el primer homínido que empezó a tallar piedras, ya que se han encontrado cerca de sus fósiles huesos de herbívoros con señales de haber sido fracturados y descarnados.

EL GÉNERO HOMO


Homo habilis

Homo ergaster

El fósil más antiguo de género homo se denominó Homo hábilis. Abarca un periodo comprendido entre 1,8 y 1,6 m.a. Tiene un cerebro algo mayor que el de los australopitecos, aunque la forma del cuerpo sigue siendo similar a de los australopitecos.
La capacidad craneal del Homo habilis se cree que era de unos 510 cc., lo que revela un cerebro más cercano a nosotros, aunque la aparición de un cráneo con 752 cc complica la taxonomía.
El entorno ecológico en el que se movería el Homo habilis sería un entorno no ligado exclusivamente al hábitat forestal, sino que se movería en espacios más amplios.
Los cambios que se producen en la capacidad craneal del Homo habilis estarían ligados a una nueva forma de vida y a la incorporación en su dieta de carne y grasa animal, lo que le podría permitir memorizar la cartografía de un territorio, adelantarse y planificar los acontecimientos y entender los ritmos de la tierra. A esto habría que añadir el aumento de los grupos lo que conllevaría una mayor complejidad de su vida social.


En los yacimientos al este y sur de África se encontraron restos fósiles de una nueva especie a la que se le calcula una antigüedad de 1,8 m.a.:el Homo ergaster. El Homo ergaster era claramente diferente de los homínidos anteriores y de los parántropos contemporáneos. Gracias a su grado de desarrollo cerebral, un mayor volumen encefálico -sobre 850 y 900 cc-, la complejidad de su sistema social y la tecnología alcanzada, el Homo ergaster podía desarrollar un comportamiento más flexible y en consecuencia con una mejor adaptabilidad al entorno ecológico. El Homo ergaster se adapta definitivamente a ecosistemas abiertos. Hace 1,7 m.a. se produce un enfriamiento del planeta, lo que provocaría un aumento de la sabana y una reducción del bosque ropical. Su modelo de desarrollo se hace más lento lo que también implicaría un entorno social más protector. Su morfología era diferente a la de los australopitecos, pues eran más altos y el aspecto de la cabeza sería más parecido al nuestro. El Homo ergaster se distingue de las especies precedentes de Homo por un claro aumento del tamaño del cerebro, la presencia de un toro supraorbital independizado del hueso frontal reducción del tamaño relativo de los molares y un acortamiento del esqueleto facial. Esta especie presenta una estatura (1,80) y proporciones entre los miembros que son similares a las de los humanos posteriores en el tiempo.


Industria lítica:
Modo II

Una característica singular de estos homínidos es que hace 1,6 m.a. pudieron fabricar los primeros bifaces (Achelense o Modo Técnico II), lo que posibilitó un impulso tecnológico hasta ahora desconocido. También hay que destacar que fueron estos primeros homínidos los que salieron por primera vez de África, desarrollándose y evolucionando en todo el Viejo Mundo. Así, en Extremo Oriente y Java, donde se han encontrado restos de 1 m.a., dieron lugar a una especie propia: el Homo erectus. En el Homo erectus no se encuentran grandes modificaciones morfológicas con respecto al Homo ergaster.
En la región de Dmanisi (Georgia) se han encontrado recientemente una mandíbula y dos cráneos con una antigüedad de algo más de 1,5 m.a., lo que demostraría que hace más de un millón de años ya existían en el Caúcaso poblaciones humanas.
El descubrimiento de los fósiles del yacimiento de la Gran Dolina, en la Sierra de Atapuerca (Burgos), permite fechar el poblamiento del continente europeo en, al menos, hace 800.000. El nombre científico que se ha dado a esta nueva especie es el de Homo antecesor.


Homo antecesor


Esta especie tiene rasgos distintos a la mandíbula de Mauer y tampoco puede ser considerados como pertenecientes al Homo erectus ya que carece de sus especializaciones, además presenta un tamaño del cerebro superior al del Homo ergaster. La cara del Niño de la Gran Dolina presenta unos rasgos modernos. En el Homo habilis, Homo ergaster y por lo que se sabe en el Homo erectus el esqueleto de la cara es todavía bastante plano; Sin embargo, nuestra cara tiene relieves. La combinación de esta cara moderna y de un frontal primitivo hacen que nos encontremos ante una especie nueva.
No existen estimaciones fiables que permitan conocer el volumen encefálico del Homo antecesor. En la Sima de los Huesos se han encontrados tres cráneos con una capacidad craneal que supera los 1.100 cc. Por los restos que se han encontrado en África y que corresponden al mismo periodo, se puede Arsuaga sostiene que hace entre 780.000 y 127.000 años (Plesitoceno Medio) se produjo un aumento del tamaño del encéfalo en África y en Europa, alcanzando una capacidad craneal de 1.400 cc aproximadamente.
Esta expansión cerebral modificó la estructura del neurocráneo, y redujo el aparato masticador, afectando a la cara, mandíbula y dientes. La expansión cerebral supuso una reorganización bastante completa del neurocráneo junto con un cambio muy apreciable en su forma; por otro lado, la reducción del aparato masticador se produce porque el esqueleto facial o se desarrolla completamente y mantiene un aspecto infantil. Nuestra cara de adultos es como la de los niños de nuestros antepasados.

Consultar:
"Los homínidos menos desarrollados fueron los que emigraron a Europa" El País. 2/6/99
"Los europeos proceden de tres grandes oleadas migratorias de Asia" El País. 10/11/00
"Nuevas pruebas de que los primeros europeos vivieron en Atapuerca" El País. 16/09/00


Neandertal


Pintura donada por Jay Matternes al American Museum of Natural
History. Representa la unidad social familiar de los neandertales

En la Sima de los Huesos, el otro gran yacimiento de Atapuerca, se han descubierto los esqueletos completos de al menos 32 humanos de hace 300.000. Gracias a ellos sabemos que en Europa el Homo antecesor se convirtió en Homo neanderthalensis, El Hombre de Neandertal.
Un rasgo característico de los neandertales era el desarrollado toro supraorbitario, ya presente en el Homo habilis y más desarrollado en el Homo ergaster. En nuestra especie, ha desaparecido, aunque todavía hace 100.000 no había desaparecido del todo. La frente la tenía más aplanada que nosotros, y en conjunto, el toro supraorbital tan desarrollado y una frente plana podrían contribuir a una reducción del estrés mecánico producido por las tensiones mecánicas que se generan en los huesos en la masticación.
El neurocráneo tendía a ser alargado, proyectando el occipital hacia atrás. Los huesos nasales estaban proyectados hacia adelante, de forma que la cara de un neandertal tendría una apariencia de cuña.
Hay dos hipótesis alternativas para explicar los rasgos peculiares de los neandertales. Una sería biomecánica y explicaría estos rasgos morfológicos como la mejor manera de disipar el estres mecánico. A la otra hipótesis es de carácter climático, y sostiene que la cara de un neandertal es el resultado de una adaptación a unas condiciones de frío extremo, de forma que la enorme cavidad nasal permitiría calentar y humedecer el aire antes de que entrara en los pulmones.
En cuanto a las formas y proporciones del cuerpo, los neandertales tenían grandes caderas, mayores que las nuestras, y sin embrago, su estatura era menor. El peso corporal calculado para los neandertales sería de unos 76 Kg. aunque los individuos masculinos podrían sobrepasar los 80 Kg. Todo parece indicar que esta forma sería de nuevo el resultado de una adaptación a unas condiciones climáticas específicas.
A partir de los datos que proporcionan los fósiles encontrados, se puede saber que el promedio de la capacidad craneal de los neandertales podría haber sido superior a la nuestra. El más grande de los cráneos neandertales encontrados tiene una capacidad de 1.750 cc.
Una de las claves para intentar responder a estas cuestiones es plantarse que diferencias podría haber entre los neandertales y los cromañones que favorecieran a este segundo grupo en detrimento del primero. Por lo que se sabe, los neandertales debían de disponer de alguna forma de comunicación entre ellos, algo imprescindible para realizar tares que requieren el esfuerzo conjunto y coordinado de un grupo como podía ser la caza de grandes mamíferos. Y, aunque tuviesen un aparato fonador incapaz de producir los sonidos [i], [u], [a], [k] y [g], esto no implica que no tuviesen las mismas capacidades mentales para disponer de un lenguaje y comunicarse mediante símbolos. [Ver artículo "Un cráneo hallado en Atapuerca confirma que los preneandertales podían hablar". El País. 07/08/01] Sin embargo, los neandertales apenas si nos han dejado alguna forma de expresión artística. No se han encontrado ornamentos personales, y uno de los pocos objetos artísticos que se conservan es un diente de marfil tallado y pulido mamut al que se le asigna una antigüedad entre 80.000 y 100.000 años. De estos hechos Arsuaga deduce las siguientes dos hipótesis:

  1. Los neandertales eran incapaces de desarrollar el tipo de pensamiento simbólico que nosotros hemos desarrollado. «los neandertales no eran capaces de captar el simbolismo que se ocultaba detrás de los objetos de adorno, y por lo tanto de descifrar su mensaje, por la sencilla razón de que se trataba de una forma de lenguaje visual, y ellos (como hoy los chimpancés) no tenían capacidad de lenguaje, ni de tipo oral ni de tipo visual. Su cerebro se había desarrollado mucho para favorecer la inteligencia «natural», una especie de «intuición instintiva», pero no llegaba hasta el nivel de abstracción y producción de símbolos» (Arsuaga, J.L. El collar del Neandertal. p.284)

  2. Los neandertales sí tenían capacidades modernas para el lenguaje y el uso de sistemas simbólicos, pero no legaron a desarrollarlas porque se extinguieron antes.

En cualquier caso, lo que si parece seguro es que los neandertales no llegaron a desarrollar una especialización tan extrema como la nuestra en la producción y el manejo de símbolos. Pero, ¿esto es suficiente para explicar por qué desaparecieron?. Lo que pudo ocurrir al encontrase la cultura cromañón con la neandertal es un misterio, pero parece ser (de nuevo Arsuaga p. 286) que hay dos factores que podrían haber decantado la ventaja en favor de los cromañones. Por un alado, nuestros antepasados encontraron la forma de fabricar nuevos y más eficaces utensilios, lo que les daría una superioridad sobre los neandertales. Y por otro, aunque los cromañones no estaban mejor adaptados al clima frío de Europa, sus sistemas de símbolos les permitieron realizar alianzas entre grupos, alianzas que se verían acrecentadas mediante 'mitos' e historias compartidas.


Mientras los neandertales evolucionaban e intentaban sobrevivir en Europa, nuestros antepasados lo hacían en África. La diferencia crucial entre un grupo y otro se debe a que nuestros antepasados pudieron desarrollar un lenguaje articulado y una capacidad única para utilizar formas de expresión simbólicas. También la mente del hombre moderno sería diferente de la de los neandertales. Nuestra mente está especializada en analizar, clasificar y categorizar la información que recibe del mundo, lo que permitió al hombre comprender los procesos naturales, planificar conductas complejas e incluso poder proyectar nuestras expectativas y estados mentales en otros congéneres pudiendo así planificar y predecir la conducta de los demás. Estas modificaciones se produjeron entre 200.000 y 150.000 años y afectaron a una pequeña proporción de los habitantes de África, se calcula que entre 10.000 y 15.000 miembros.

Una cuestión importante a la hora de abordar la relación entre Neandertales y Homo sapiens es si existió algún cruce entre las dos especies. El consenso científico se decanta actualmente por negar esa posibilidad. esta teoría estándar de la evolución humana cuenta a su favor con que de entre los más de 400 fósiles de neandertales descubiertos no han aparecido individuos híbridos. Además, el análisis de del ADN mitocondrial analizado en las muestras de 14 restos fósiles muestra que son muy parecidos entre sí y muy distinto del nuestro, lo que vendría a demostrar que no ha existido "flujo genético" entre las dos especies. Sin embargo, este modelo de la evolución humana puede estar a punto de sucumbir a la luz de los nuevos descubrimientos realizados por Carlos Laluenza-Fox de la Universidad de Barcelona.

A partir del análisis de los restos de un individuo de hace 38.000 encontrado en la cueva de Vindija en Croacia. Un hueso de este individuo arrinconado en un museo de Zagreb había permanecido intacto durante los últimos 25 años y, por lo tanto, limpio de ADN de Homo sapiens sapiens, es decir, nuestro. Este resto fósil fue sometido a un proceso de secuenciación de ADN que permite determinar el orden exacto de las 'letras' que componen el ADN. El nuevo sistema de secuenciación se basa en la detección de la ínfima cantidad de luz emitida por cada 'letra'. La investigación que se está realizando en el centro Max Planck de Antropología Evolutiva dirigida por Svante Päabo ha permitido publicar la lectura de un millón de letras del genoma neandertal y se espera publicar el resultado de otros cinco millones. Al comparar estas secuencias de ADN con el material humano se ha comprobado que el modelo estándar de separación entre las dos especies puede ser puesto en duda. En el artículo publicado en Nature en octubre de 2006, se afirma que hubo flujo genético entre humanos modernos y neandertales y que ese flujo genético (flujo genético = sexo) ocurrió probablemente desde los hombres modernos a las mujeres neandertales.

En una línea de investigación similar, el genetista Bruce Lahn de la Universidad de Chicago, ha descubierto que un segmento de ADN que apareció en nuestros antepasados aproximadamente hace unos 37.000 tiene n origen cuando menos sospechoso. El estudio del gen microcephalin, cuyas mutaciones pueden convertir el cerebro humano en un cerebro del tamaño de un australopiteco, muestran que las variaciones de este gen pueden estar involucradas en los "barridos selectivos" ocurridos en la evolución de los homínidos. Cada nueva variante de este gen se debió propagar con rapidez por la población humana. de hecho, una variante de este gen aparece en el 75% de la población mundial, y lo más interesante es que es precisamente esa variante la que pudieron pasarnos los neandertales dando lugar a funciones cerebrales mejoradas.

Estos nuevos datos permiten reconstruir la evolución humana considerando que si bien neandertales y humanos modernos son especies separadas desde hace medio millón de años, lo que pudo suceder es que hace unos 40.000 años, cuando estas dos especies volvieron a encontrarse hubo casos de hibridación entre ellas; sexo en contadas ocasiones (como hasta ahora), tan escaso que como afirma Lahn, pudo tratarse de ¡un sólo caso! que permitió la transferencia de un gen que mejoró nuestra función cerebral.

EL ENIGMA DEL "HOMBRE DE FLORES"

En la isla de Flores (Indonesia) han aparecido restos de individuos que parecen pertenecer a la especie humana. Estos individuos, conocidos como el hombre de Flores, vivieron en esta isla hasta hace unos 12.000 años. Hasta aquí nada sorprendente, dado la provisionalidad que caracteriza la paleoantropología. Sin embargo, si se analizan los rasgos morfológicos de estos nuevos invitados al árbol genealógico, los problemas crecen. La estatura media de estos individuos es aproximadamente de un metro de estatura, y su capacidad craneal no era superior a la de un chimpancé. Las preguntas llegan solas. ¿Cómo seres con una capacidad craneal tan baja podían disponer de una tecnología tan sofisticada? ¿Cómo pudieron alcanzar la isla de Flores? ¿Pone este nuevo descubrimiento la teoría de la evolución en peligro?.

En la cueva de de Liang Bua, donde se han encontrado los restos, no sólo han aparecido restos de tecnología que difícilmente atribuiríamos a un homo erectus, sino que también han aparecido restos de stegodon, un elefante enano natural de la isla. De todo esto, aplicando las mismas pautas de razonamiento que se han realizado hasta ahora, cabria suponer que el hombre de Flores disponía, pese a su poca capacidad craneal, de las habilidades sociales apropiadas para la caza. ¿Cabe tanto talento en 400 centímetros cúbicos?

Una de las hipótesis sugeridas para explicar esta misteriosa situación es que el cráneo encontrado no pertenece en realidad a una nueva especie humana, sino a un homo sapiens que padecía microcefalia, y que sería el "dueño" de las herramientas encontradas. Sin embargo, a la espera de los resultados de las pruebas de ADN que se están realizando, la controversia no está zanjada. Los estudios publicados en marzo de 2005 en la revista Science por la doctora Dean Falk añaden más material a la polémica. La paleoneuróloga ha comparado el cráneo del hombre de Flores con cráneos de homo erectus llegando a la conclusión de que son muy parecidos, y aunque el del hombre de Flores es bastante más pequeño, sus características morfológicas son sorprendentes. En el trabajo publicado, la doctora afirma que se aprecia una expansión del lóbulo frontal, la zona que se dedica a la planificación de conductas, que interviene en el procesamiento del lenguaje, e incluso en la toma de decisiones de carácter moral. Por otro lado, si se tiene en cuenta que se han encontrado restos de estos individuos con una antigüedad de 90.000 años, y herramientas que datan de hace 800.000 años, la relación con el homo sapiens parece descartada, pues éste no salió de África hasta hace unos 50.000 años.

Una hipótesis de cobra fuerza es que el hombre de Flores sea una versión miniaturizada del homo erectus, pero si tenemos en cuenta las limitaciones culturales del homo erectus, habría que pensar que el desarrollo de la inteligencia ha seguido dos vías paralelas en la evolución humana. POr último, una tercera hipótesis hablaría de la existencia de un ancestro común para el homo erectus y para el hombre de Flores. En tal caso no se habría dado un proceso de miniaturización en el hombre de Flores, sino un aumento del cerebro en el homo erectus, aunque las capacidades que se le suponen al hombre de Flores se desarrollaron antes que en el homo erectus.

TABLA RESUMEN


ESPECIE

ANTIGÜEDAD

CAPACIDAD CRANEAL LOCALIZACIÓN
Australopiyhecus
afarensis
4 a 2,9 m.a. 500 cc Tanzania, y Etiopía
Australopithrcus
africanus
3 a 2,5 m.a. 600 cc Sudáfrica
Homo habilis 2,3 a 1,5 m.a. 630 cc Etiopía, Kenia y
Tanzania
Homo ergaster 1,8 a 1 m.a. 800 a 900 cc Kenia, Tanzania y
se extiende fuera de
África
Homo antecesor 800.000 años 1000 cc Europa. Sierra de
Atapuerca (Burgos)
Homo
neanderthalensis
127.000 a 40.000
años
1.300 cc Europa. Se extiende
Asia Central y O.
Próximo
Homo sapiens
(cromañón)
30.000 a 10.000
años
1.400 cc
(aproximadamente)
África. Se extiende a
Europa
Homo sapiens
sapiens
10.000 a ¿ 1.350 cc El Planeta. Empieza
a extenderse por el
espacio exterior

ESQUEMAS EVOLUTIVOS

Distintos esquemas evolutivos. Para ver las imágenes ampliadas pulsa sobre ellas.

Entrevista a Juan Luis Arsuaga. Director de las excavaciones de Atapuerca. El país.13/08/99

EVOLUCIÓN Y LENGUAJE

Nuestra capacidad para generar habilidades lingüísticas está localizada, como no podía ser de otro modo, en el cerebro. El estudio de personas que han sufrido lesiones cerebrales que han afectado a sus capacidades lingüísticas nos proporcionan los datos necesarios para localizar las zonas del cerebro que se dedican a procesar la información lingüística.

Las áreas del córtex que controlan la actividad lingüística están situadas, en el 95% de los seres humanos, en el hemisferio izquierdo. Estas áreas rodean a la corteza auditiva y se extienden por la mayor parte de los lóbulos temporales llegando a tocar el lóbulo parietal y el lóbulo frontal. Los dos grandes centros de procesamiento del lenguaje son el área de Broca encargada de la codificación del habla y la producción del lenguaje; también se piensa que puede regular aspectos relativos a la sintaxis, y el área de Wernicke dedicada a la comprensión del habla. Estas áreas no son exclusivas de nuestra especie, los neuroanatomistas Al Galaburda y Terréense Deacon han descubierto áreas del cerebro de algunas especies de monos que se corresponderían con las áreas del lenguaje en el cerebro humano. Estas regiones no intervienen en la producción de sonidos vocales ni tampoco en la producción de gestos. En los monos, estas áreas son usadas para reconocer secuencias de sonidos y para discriminar los sonidos de su propia especie de las llamadas de otras especies. El hecho de que en los monos aparezcan estas similitudes en cuanto a localización y al “cableado” de entrada y salida de información vendría a suponer que esta organización cerebral estuviera ya presente en el antepasado común a primates y a humanos. La aparición del lenguaje específicamente humano se debería a una reorganización de los circuitos cerebrales de los primates que no desempeñarían papel alguno en la comunicación, y a los enlaces que se producirían con otras zonas del cerebro.


Steven Pinker

Según Steven Pinker, es posible que en un principio la aparición del lenguaje estuviera relacionada con el hecho de que ciertas zonas del córtex que se ocupan de efectuar cómputos abstractos pudiesen acabar enlazadas con las zonas que controlan el flujo de información. Los monos tota son capaces de emitir llamadas de alerta ante la presencia de depredadores discriminando si se trata de un águila o de una serpiente. Es posible que llamadas de este tipo que Pinker llama «cuasi-referenciales» quedaran bajo el control voluntario del córtex llegando a combinarse para poder expresar sucesos más complejos. “Al mismo tiempo, se habría desarrollado una capacidad para analizar combinaciones de llamadas en segmentos discretos.”
No se sabe en que momento de la evolución surge el proto-lenguaje, n tampoco la velocidad a la que fue evolucionando, hasta llegar a convertirse en el sistema de comunicación tan complejo de que disponemos en la actualidad. Es posible que exista una vinculación entre la fabricación de útiles complejos y el desarrollo del lenguaje. La fabricación de artefactos con cierta complejidad sólo es indicio de una mente compleja, y cabe la posibilidad de que esa mente compleja estuviese equipada para utilizar el lenguaje. [Entrevista con Steven Pinker. El País, 16 de noviembre de 2002]

William Calvin desarrolla una interesante teoría que permite conectar la planificación cerebral necesaria para la realización de movimientos balísticos y la aparición del lenguaje. Frente a los movimientos lentos que permiten su corrección para aumentar su eficacia, los movimientos balísticos requieren de una gran planificación ya que al tratarse de movimientos repentinos – un quinto de segundo de duración- las correcciones son altamente ineficaces porque los tiempos de reacción son extremadamente largos. Para evitar las reacciones correctoras, el cerebro tiene que planificar cada detalle del movimiento con suma precisión si queremos que sea eficaz.
La tesis de Calvin es que las áreas cerebrales que regulan los músculos faciales responsables de la modulación de los sonidos “descansarían en la misma plantilla secuenciadota que el movimiento de la mano al arrojar un proyectil”; de esta manera, las mejoras en la destreza para desarrollar movimientos balísticos redundarían en una mejora de nuestra capacidad lingüística. “El don del habla sería un beneficio incidental –un postre a elegir, por así decirlo, causado por la necesidad de unirse”.

El lenguaje y la inteligencia.

¿Qué ventajas adaptativas supone la aparición del lenguaje? y ¿en qué medida el lenguaje contribuye a la inteligencia? Son dos cuestiones que tienen que ser abordadas en una teoría evolucionista del lenguaje.
Daniel Dennett ha propuesto un modelo para explicar, desde una perspectiva evolucionista, las modificaciones que supuso la irrupción del lenguaje en el proceso evolutivo. Dennett llama a su modelo explicativo la torre de generación y prueba. Según este principio, en la construcción de una torre, cada planta que se construye eleva al organismo a un nivel de desarrollo que le permite mejorar su conducta y hacerla más eficaz en el proceso de adaptación al medio.
« En el principio estaba la evolución darviniana de las especies por selección natural. Variados organismos candidatos se generaron ciegamente a través de procesos más o menos arbitrarios de recombinación y mutación de genes. Estos organismos es sometieron a prueba en el terreno y sólo los mejores diseños sobrevivieron. Este es el primer piso de la torre. Permítaseme llamar a los habitantes de este nivel criaturas darvinianas»
Un subgrupo de estas criaturas darvinianas presentaría la capacidad de adaptarse al entorno gracias a la posibilidad de disponer de mecanismos reforzadores de conductas aptas. Su habilidad para adaptarse al medio debería venir determinada por su capacidad para reforzar aquellas conductas que fuesen más eficaces. Estos sujetos componen el grupo de las criaturas skinnerianas.
Un tercer grupo de criaturas estaría compuesto por aquellos individuos pertenecientes al grupo de las criaturas skinnerianas, que han alcanzado la capacidad de elaborar hipótesis y planificar su comportamiento sobre la base de la información del medio externo e interno alcanzando una enorme capacidad de versatilidad de comportamiento. Este tercer grupo de criaturas reciben el nombre de criaturas popperianas.
En el proceso de la recuperación de información del medio y la toma de decisiones jugará un papel primordial el lenguaje. A las criaturas que suceden a las popperianas Dennett las denomina criaturas gregorianas. Estas criaturas se caracterizarán por hacer del lenguaje una herramienta no sólo de comunicación, sino también una herramienta que aumenta la inteligencia. «Un par de tijeras, no es sólo un resultado de la inteligencia sino algo que dota de inteligencia (inteligencia potencial externa) en un sentido muy directo e intuitivo: cuando damos a alguien un par de tijeras, incrementamos su potencial para alcanzar, con mayor rapidez y seguridad, los movimientos inteligentes» [622]
Andy Clark también participa de esta concepción que él llama supra-comunicativa del lenguaje. La incorporación del lenguaje supone una alteración de los circuitos y de las estructuras computacionales de nivel superior del cerebro. La cultura y el lenguaje permiten una readaptación de nuestro hardware innato que complementaría los recursos ya existentes del sistema para generar comportamientos inteligentes. Estas operaciones complementarias estarían involucradas en la creación de estructuras de autoconocimiento, que permitirían el control de la conducta y la posibilidad de modular nuestro comportamiento en base a la formulación de hipótesis.

La torre de Babel

Una cuestión interesante en el campo de la antropología lingüística es si hubo un tiempo en el que tan sólo se habló una primera lengua y que esta se fragmentó en las 5.000 lenguas que se reconocen en la actualidad.
Los trabajos realizados por Joseph Greenberg y por los lingüistas y genetistas de la Universidad de Stanford podría avalar esta hipótesis. Greenberg encontró algo más que simples coincidencias entre lenguas que se encontraban demasiado distantes entre sí como para suponer que podía proceder de una lengua ancestral común. Por ejemplo, en África Central y en Sudán el número uno se dice tok, tek o dik. Esta raíz ‘tik’ también aparece en las lenguas asiáticas para referir a la unidad, y también está presente en las lenguas americanas precolombinas. En la lengua esquimal ésta raíz tiene como significado el dedo índice. En el indoeuropeo, lengua de la que provienen todas las lenguas europeas y algunas de las lenguas surasiáticas, la raíz deik significaba la acción de señalar con el dedo. De deik provienen el término griego daktulos (dedos) y digitus en latín.
El genetista Alec Knight ha propuesto una explicación al hecho de que un grupo de lenguas conocidas como Khoisan sean habladas por poblaciones tan distantes y separadas como los Hadzabe de Tanzania y los San de la región suroccidental de África. Comparando el ADN de los Hadzabe con el de los San Knight descubrió que aunque estos dos pueblos comparten un origen común pero que se remonta a 20.000 años atrás, de forma que “los Hadzabe y los San están tan alejados como lo pueda estar una población humana de otra”. Es decir, la relación genética que une a las Hadzabe con los San es la misma que la que puede unir a un sueco con un aborigen australiano.
Si hace entre 50.000 y 100.000 años se produce la primera migración de homo sapiens de África, entonces, los Hadzabe y los San podrían ser los representantes de una población ancestral que colonizó África y que hablaba el Khoisan. Posteriormente, esta lengua fue desplazada salvo en las zonas donde actualmente se encuentran los Hadzabe y los San.

Bibliografía

* Calvin, William, «Aparición de la inteligencia», Investigación y Ciencia, diciembre 1994.

* Clark, Andy, «Magic Words: how language augments human computation» en Carruther y Boucher, Language and Thought. Interdisciplinary Themes. Cambridge University Press, Cambridge, 1998.

* Dennett, Daniel C. La peligrosa idea de Darwin.

* Obler, Loraine K y Gjerlow, Kris, El lenguaje y el cerebro, Cambridge University Press, Cambridge 2000.

* Pinker, Steven, El instinto del lenguaje, Alianza Editorial, Madrid, 1.999

FUENTE: http://usuarios.lycos.es/medeis/FILOSOFIA/ANTHROPOS/EVOLUCIONHUMANA.htm

1 comentari:

Esperança ha dit...

Molt bé aquest recull per als alumnes de 1r d'ESO